Este 12 de enero de 2013 el sol
volverá a pintar de luz al pueblo haitiano.
Volverá a sacudir del sueño a muchos que se alegrarán al verle porque
siempre su presencia calurosa, intensa y cercana es la constatación de que hay
vida, y Vida en abundancia…
Recordarán irremediablemente la
tragedia que apretó su corazón hace ya 3 años, y la tristeza les
sorprenderá. Llegará sin avisar ni pedir
permiso y se sentirá dueña de la voluntad, de la mente y el corazón de todos y
cada uno de los haitianos. Pero se
equivocará, una vez más…


Haití es un
pueblo que sabe de voluntad, de deseo,
de intentos, de esfuerzo. Un pueblo que
viste de sencillez pero que conoce la elegancia, la del corazón puro. Un pueblo que nos dio la oportunidad de
conocer nuestra capacidad de solidaridad y
nuestra generosidad. Un pueblo
lleno de hombres y mujeres de espíritu noble e incansable, un pueblo que conoce
a Dios.
Hoy, se cumplen
3 años del terremoto y aún el pueblo no ha logrado levantar su economía, aún no
disfrutan de una vivienda digna ni una alimentación adecuada. Todavía les margina la miseria, y la
democracia se desdibuja entre injusticias y jirones de poder. Pero la presencia de tantos hermanos que día
tras día luchan con y por ellos, de tantos que trabajan para apaciguar su
hambre, su sed y sus necesidades primarias.
La labor de tantos voluntarios que dejan su vida tatuada entre las de
ellos. Los agigantados esfuerzos de
tantas Fundaciones y Organizaciones que luchan por defender sus derechos y
ayudarles a construir un mundo más digno y más justo. La presencia de una Iglesia que no deja de
darles Buenas Nuevas. Las manos que se
extienden sobre la tierra haitiana pidiendo paz y bendición, y la convicción
absoluta de la presencia real, auténtica y hermosa de Dios en medio de este
pueblo, todo ello es lo que ha dado la fortaleza, la alegría y la fe a todos
los haitianos.
Por eso hoy, el
pueblo haitiano no camina con tristeza recordando el terremoto, no resiente ni
maldice ni se queja. Hoy no hay lugar
para la tristeza, porque el pueblo haitiano la desconoce. Hoy reina la alegría, la paz y la
Esperanza. Hoy, el que reina es
Otro. Hoy, nos alegramos junto a
nuestros hermanos haitianos porque su pueblo vive y agradece una vez más el don
de la Vida, una que se le has dado para que la vivan en abundancia…