Ayer celebramos la Fiesta de Cristo Rey…y
recordamos desde dónde reina Jesús:
desde la Cruz. Es desde la
entrega de la propia vida donde se nos ha sido revelado el Verdadero Rostro del
Amor. Sin cruz, no es posible amar, no al
modo de Jesús…
Es desde el sufrimiento que somos capaces de
descubrir una mirada distinta que nos cambia la vida. Es cuando comenzamos a valorar más las
personas y sentir cierta indiferencia ante las cosas. Es cuando comenzamos a cuestionar y a
cuestionarnos, a vibrar en cada soplo de vida y a ¡agradecer tanto!
Son muchas las personas que se encuentran
experimentando situaciones muy duras, momentos
de tristeza, de angustia, de grandes sufrimientos.
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P. Romualdo García, cmf. |
Y son personas que muchas veces las tenemos cerca, muy cerca y que ignoran que más allá de compartirnos su dolor, nos comparten también su Esperanza.
Personas
que han servido toda una vida, que siempre nos han hablado de amor, de entrega,
de compromiso, fraternidad…y que hoy nos edifican con su testimonio, desde sus
limitaciones, desde su cruz.
Y nos sacuden el alma, y nos invitan a mirar la vida como ellos, con nuevos ojos, con un corazón puro y transparente.
Y nos sacuden el alma, y nos invitan a mirar la vida como ellos, con nuevos ojos, con un corazón puro y transparente.
Ayer
celebramos a Cristo Rey. Hoy celebro la
vida de unos hermanos que como Él, han sabido amar desde la Cruz y agradezco a
Dios el don de su testimonio que tanto bien me hace.