No te encontré entre el
murmullo del río
ni jugueteando con la
suave brisa
cuando de trenzas me
vistió el rocío
y la inocencia en mí aún
dormía.
No te escuché en
manantiales de risa
ni me alargué por tus
manos dispersas
me silenció mis más
hondas rimas
me enamoré de una fría
tristeza…
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