Entre pajas y silencio
entre el susto y la
pobreza
bajo un cielo tan
incierto
que lloró sólo una
estrella…
Bajo el seno de una
madre
bendita ya por ser Ella
naciste y así encarnaste
amor, ternura, tibieza.
Trajiste el mar rosado
en tus pequeños mejillas
la aurora se dio en un
llanto
y desbordó tus pupilas.
Fuiste en un momento
sueño, luz, niño y
proeza
pan y amor para el
hambriento
Dios y Verbo hecho
promesa.
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