¿A qué se parece el reino de Dios? ¿A qué lo compararé? Se parece a un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su huerto; crece, se hace un arbusto y los pájaros anidan en sus ramas.»
Ayer en la noche, mientras
velaba el sueño de mi madre; leía estas palabras, que la Iglesia propone para
el Evangelio de hoy martes; …Y pensaba cómo nuestra vida ha sido pensada,
deseada, amada…desde su origen. La mano
del Hombre la ha sembrado de manera cuidadosa y confiada en que el Amor que ha depositado
en ella; le dará la fuerza necesaria para crecer y convertirse en un gran
arbusto que dará sombra y cobijo, a todos los que se posen en sus ramas. En realidad, son gestos sencillos, pequeños, los
que se agigantan y testimonian que el Reino de Dios está en medio de nosotros.
Por eso, la necesidad
de estar despiertos, siempre en actitud vigilante. Porque pasa que las prisas nos empañan la mirada
y no nos damos cuenta de tantos signos del Reino, que nos acompañan a diario. Y podemos caer en la tentación de pensar que
cuando el arbusto comience a menguar; perderá valor y lamentaremos la fugacidad
de su existencia. Sin darnos cuenta de que
el Amor que le ha sostenido, permanecerá en cada gesto de cercanía, de generosidad,
de fraternidad que haya compartido durante su estadía. Y seguramente, habrá sido útero de nuevas
semillas igualmente fecundadas de Amor que seguirán fuertemente enraizadas y
confiadas en Aquel que les pensó, deseó y amó desde siempre.
Qué increíble que los pequeños
granos de mostaza sean referentes también en otras culturas…Recordé también anoche,
una historia de Buda en la India. En una
ocasión allá por el siglo V antes de Cristo, Buda contaba una historia donde
utilizaba los granos de mostaza. Decía que
cuando una madre pierde a su único hijo, lleva su cuerpo a Buda para encontrar
remedio. Éste le pide que traiga un puñado de granos de mostaza de una familia
que nunca haya perdido a un hijo, marido, padre o amigo. Cuando la madre es
incapaz de hallar a una familia así en su pueblo, advierte que la muerte es
común a todos, y que no puede ser egoísta en su pena.
Recuerdo que cuando leí
esta historia hace ya varios años; busqué inútilmente la posible razón por la
cual Buda utilizó granos de mostaza en su relato? Si alguien supiera la respuesta…me encantaría
saberla.
Me ha interesado mucho leer la leyenda que has compartido sobre las semillas de mostaza negra, la madre y Buda. Comunica una verdad : la fragilidad de la vida. La madre supo que su dolor no era único y que todos hemos perdido a alguien alguna vez. Al final decidió marcharse y llorar su pena con la bendición de Buda. En lo poco que leí no aparece la razón por la cual utiliza los granos de mostaza pero puedo intuir que al Buda enviarla a las familias a buscar las semillas de mostaza lo hizo para que recibiera de ellas la esperanza, compasión y consuelo. Expresiones humanas que pueden estar ocultas y en potencia en las pequeñas semillas de mostaza. Esas familias con las que tendría contacto serían los brazos o ramas donde se refugiaría. Nancy, cuenta con nuestra oración y compañía en este camino esperanzado de “volver a comenzar.” Dios y la Virgen te cuiden y te acompañen junto a tu amada madre. Un abrazo fuerte.
ResponderEliminarGracias Syd! Sí, la leyenda es muy interesante. Y la han utilizado mucho para explicar lo inevitable de la muerte. Al leer el relato completo ves que es uno muy bonito, sí. Gracias!
EliminarGracias por tu sentir
ResponderEliminarEn comunión...
Eliminar𝙶𝚛𝚊𝚌𝚒𝚊𝚜 𝙽𝚊𝚗𝚌𝚢 𝚙𝚘𝚛 𝚙𝚎𝚛𝚖𝚒𝚝𝚒𝚛𝙻𝚎 𝚟𝚒𝚟𝚒𝚛 𝙳𝙴𝚂𝙿𝙸𝙴𝚁𝚃𝙰 !! 𝙳𝚃𝙱
ResponderEliminarGracias!
Eliminar𝙶𝚛𝚊𝚌𝚒𝚊𝚜 𝙽𝚊𝚗𝚌𝚢 𝚙𝚘𝚛 𝚙𝚎𝚛𝚖𝚒𝚝𝚒𝚛𝙻𝚎 𝚚𝚞𝚎 𝚑𝚊𝚐𝚊 𝚟𝚒𝚟𝚒𝚛 𝙳𝙴𝚂𝙿𝙸𝙴𝚁𝚃𝙰!! 𝙳𝚃𝙱
ResponderEliminarSí...eso esperamos y deseamos...mantenernos DESPIERTOS ante tantos signos de Vida que nos rodean. Gracias Héctor!
EliminarExcelente reflexion. QDLB
ResponderEliminarQue el Señor te siga dando la sabiduría para poder entender la vida atraves de su Palabra. Bendiciones para ti y tu querida mamá.
ResponderEliminarMuchas gracias!
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