No sé si podré decirte
la emoción que llevo
adentro
si es querer tocar el
alma
o besar el firmamento.
Es tempestad de
emociones
que arrebata los
sentidos
que torna el coraón en
ave
cantando feliz en su
nido.
Es el sabor dulce de la
pureza
el despertar alegre de
la paz
la contagiosa brisa de
la alegría
la insospechada
felicidad.
Es un sentimiento que
crece y crece
y que ante nada se
detendrá
que amará ahora y amará
siempre
que perdona y perdonará.
Es el sacrificio que no
nos pesa
el llanto que no nos
daña
la dicha que no se
sospecha
la felicidad que no se
cambia.
Es el bendito placer
de forjar de mi propia
carne
a un maravillo ser
que me convertirá en
madre…
1977