A Elia Iglesias:
Asomada en asombro
me arrebató tu lira
y me apoyé en el cosmos
de tu voz cristalina.
Me descubrí en el eco
de tu alma sencilla
de tu pasión danzante
en tu sangre encendida.
A mi espíritu elevaste
y en celestial armonía
en un viaje de palabras
me paseaste estremecida.
Cuán hermosa es tu
mirada
tan profunda y pensativa
te me escondes de tu
pena
y refugias en la risa.
Vas develando el
misterio
de lo hermoso de la vida
y en un milagro de amor
vas pariéndote en poesía
