1 de enero de 2022

¡Feliz Año Nuevo!

 


Nuevamente es “Año nuevo”.  Y volvemos a escuchar las clásicas preguntas, típicas para este día; “¿Qué cosas le pides al nuevo año?” “¿Qué esperas este año?  ¿Qué cosas te traerá el año nuevo?

Y también las clásicas frases que decimos a los demás: “Espero que el nuevo año te traiga amor, dinero y salud…” “Qué este año veas tus deseos convertirse en realidad…” “Qué el nuevo año te traiga prosperidad…”  “Qué este año te traiga la casa de tus sueños” …” “Qué el nuevo año te traiga el empleo que necesitas…el carro, un novio…” 

Frases que se repiten en los saludos y buenos deseos año tras año…por eso les llamo “Clásicos”.  Obviamente, en este 2022 repetimos el estrenado el pasado año: “Qué este año nos deje el Covid”.

Creo que las expresiones que hacemos este primer día del año son sinceras.  En realidad, cuando le decimos a una persona que deseamos que el nuevo año le traiga “X” cosa, es porque le deseamos un bien.  No tengo la menor duda sobre ello y tampoco lo veo para nada mal.  

Pero, me parece que desde el primer día del año, vamos creándonos expectativas que seguramente no pasarán de ser un buen deseo; que al final, nunca llegarán a materializarse.

Me gusta más la idea de pensar qué cosas traigo yo al año nuevo; qué quiero aportar a mi familia, a mis amigos, a mi comunidad.  Qué cosas nuevas quiero ofrecer a los que amo.  Qué cosas quiero aprender, qué quiero cambiar, qué quiero mejorar…qué limitaciones quiero aprender a aceptar, qué dones quiero aprender a compartir, qué rencores quiero borrar, etc.  

Los comienzos siempre nos causan ilusión y nos dan fuerzas para enfrentar lo desconocido. Y así he querido vivir este primer día del año.  Ilusionada y enamorada de la idea de sentirme con fuerzas para recorrer este nuevo tramo del camino.  No sé qué cosas viviré este nuevo año; ¡ni siquiera sé si lograré vivir sus 365 días!  Pero sí sé cómo deseo vivirlo.  Sé que quiero vivir desde el corazón, desde esa zona virginal que he recibido por pura Gracia.  

Y si logro vivir de manera auténtica, si soy capaz de someterme a su Voluntad, sé que viviré “el año de gracia del Señor” y tendré Gozo y tendré Paz.

No quiero repetir las “clásicas” frases del día de Año Nuevo; pero sí les deseo a todos los que amo; que este nuevo año les sepa a celebración, a perdón, a superación, a oportunidad.  Y que cada día sientan la necesidad de ir al encuentro con el Otro y con los otros.  Que este nuevo Año les invada el Asombro y en el silencio y la escucha experimenten el Amor.