A Marilyn Nieves:
Ay mi querida amiga
de mañana lo he sabido
y entre nudos mi
garganta
te buscó en ecos
dormidos.
Te busqué entre las
nostalgias
por el murmullo del río
entre los gallos y
palmas
por el silencio perdido.
Y presiento tus entrañas
desgarradas de vacío
sangrándote su ausencia
secándose entre
quejidos.
Pariéndote en mil
dolores
con el corazón partido
creciéndote en tus
amores
con los arrullos
perdidos…