16 de agosto de 2022

Sin palabras...

Me ha llamado un amigo, algo inquieto, después de haber leído lo que escribí sobre el silencio…Me conoce bien y sabe cuánto disfruto de una buena conversación, en especial en la sobremesa; y no comprende cómo puedo decir que disfruto estar “incomunicada”.

Y obviamente, partiendo desde esa idea errónea, era de esperar que no creyera o entendiera mi gusto por los espacios en silencio. 

El silencio es la ausencia total de sonidos; pero nadie ha dicho que no pueda haber comunicación…

Desde pequeña aprendí que para que exista una comunicación, tiene que haber un emisor, un receptor y un mensaje.  Y estos tres elementos están presentes en mi tiempo de silencio; en mi silencio habitado.

Nos ha tocado vivir en un mundo intoxicado de palabras, y lamentablemente en muchas ocasiones huecas y sin sentido. Es un tiempo donde vivimos abocados a ser el primero en hablar, a expresar nuestras ideas, lo que nos pasa, lo que queremos; todo ello de manera impetuosa y a veces hasta atropellada, por medio de la imposición de nuestras palabras.

Nos enseñan desde pequeños a hablar.  Pero no nos educan para escuchar y se nos olvida que para poder hablar, es necesario aprender a escuchar primero.  De ahí que se nos hace tan difícil acallarnos, escucharnos, degustar el silencio.

Luego, ante la urgencia del Encuentro; vamos anhelando cada vez más poder desarrollar las destrezas de la escucha y de la comunicación sin palabras.  Porque muchas veces, y en medio de un gran bullicio, el corazón se siente desinstalado, ajeno a la realidad que le rodea y herido por la soledad.

Nos sentimos saturados de palabras que lo que único logran es orillarnos a la tristeza, al desánimo, y a la desilusión.  Y es ahí, cuando solo el Encuentro con el Otro, la Comunicación ausente de palabras, pero llena de Vida, es quien puede iluminar nuestras sombras y salvarnos, en especial, de nosotros mismos.

9 comentarios:

  1. Gracias Nancy!!. El Silencio es un modo privilegiado de conocimiento. Es aprender a "Mirarme" para conocerme mejor. Es conocerme para lograr amarme más, porque nadie ama lo que no conoce. Es amarme más para poder amar a los demás, porque nadie da lo que no tiene. Es amar más para saber de qué va la Vida. Y es estar en la Vida para entrar y gozar del Misterio de Dios.

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    1. Gracias Héctor, sí, y me atrevo a añadir que siento que en estos tiempos el silencio se convierte en una parábola y en un don.

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  2. Además de enseñarnos desde pequeños a escuchar, también deberíamos aprender a saber comunicar sin decir nada.
    A mí me gustaría tener ese don, porque en muchas ocasiones he querido decir muchas cosas a personas queridas y sientes que ninguna palabra será capaz de transmitir lo que realmente necesita la otra persona y tú le quieres ofrecer.

    Quizá debamos contemplar y aprender más de quien es nuestro Mejor Amigo, que siempre nos acompaña, nos escucha y nos habla desde el silencio: nos entiende, nos consuela y nunca nos falla...

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    1. Saludos Miguelo...ciertamente que la contemplación nos facilita el acercamiento. creo que debemos comenzar por ahí. Gracias por "pasar" por aquí. Un abrazo!

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  3. Gracias por esa reflexión. En este momento estoy en silencio para asi meditar ,entender y aprender sobre esto.Cuando lo expreso lo hago con el corazón y así me siento tranquilo el haberlo expresado.Sobre todo el que siempre nos escucha esta siempre y así nuestra vida tiene sentido.

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    1. No sé quién escribe? pero agradezco tus palabras y me alegra mucho saber que estás ejercitándote en el silencio. Siento que es un regalo y un reto a la vez. Una invitación a acercarnos, a conocernos y a solidarizarnos con otros de un modo distinto, profundo y auténtico. Gracias por compartrlo!

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  4. Ese es mi norte en estos momentos...aprender hacer silencio. Buscarme. encontrarme, entenderme y diririgirme hacia la búsqueda de ese silencio mayor que no habla pero se siente a través de la calma, del descanso, de la paz, del sentir que está en mi, que me acompaña y que ha estado siempre.

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  5. Qué bueno que sientas el deseo de hacer silencio. Puedo asegurarte sin temor a equivocarme que no es "deseo" tuyo, sino un don que te ha sido dado. Una sed que te aseguro saciarás solo con Él. No te preocupes por "aprender" a hacer silencio...solo tienes que abrir el corazón y disponerte, ya el resto lo hará Él...Gracias por compartir! Ánimo!

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  6. Me encantó la idea propuesta sobre la conversación,realmente una buena conversación es muy saludable cuando se escucha al otro, y a su vez también expresamos nuestros pensamientos o criterios y somos escuchados.
    Ese silencio se complementa y realmente se disfruta una buena e inteligente conversación.
    Ahora cuando alguien necesita desahogar el corazón, el que escucha debe mantener una atención en silencio profundo que se logra cuándo se ejercita.

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