15 de octubre de 2012


De haberme tomado de la mano
en esa tarde de otoño
cuando se me escapó la vida
en un adiós sin retorno.

De haber escuchado el susurro
de mi corazón herido
que se quedó sin fuerzas
y se esfumó en un quejido..

Si hubieras mirado mi alma
embriagada de tristeza
donde tus silencios huecos
la ignoraron con dureza.

De haberte acercado un poco
y permitirme un abrazo
te hubiera perdonado un poco
tu crueldad y tu rechazo.

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