25 de julio de 2023

Vacation Mood

 

Sigo aún disfrutando de mi tiempo de vacaciones.  Días en que me libero (o al menos lo intento con todas mis fuerzas) de las agendas, de los horarios, y de la planificación organizada para cada hora del día.

Son días de respirar serenidad, de apapachar el espíritu.  Esta palabra de “apapachar” me gusta mucho, me transmite ternura, inocencia, complicidad.  Es una palabra que conocí en México hace unos años; donde se usa mucho y desde la primera vez que la escuché me enamoré de ella.   Es de la lengua náhuatl y significa para los mejicanos: “acariciar el alma”.  Y pues así estoy viviendo estos días de vacaciones:  apapachando mi espíritu. 

En estos días disfruto mucho de los imprevistos.  De esas salidas no planificadas, de las invitaciones no esperadas y de leer los libros que desee, sin exponerlos a competir en una lista de prioridades.  Me dedico a leer el tiempo que quiera, en la habitación, en el patio y hasta en la sala de televisión donde voy a acompañar a los amigos que se reúnen a ver sus programas.  Mientras tanto, yo sigo devorando palabras en un sube y baja de sensaciones que me regalan cientos de bocanadas de libertad.  Ciertamente que eso es apapachar el espíritu…

Puedo dedicar más tiempo a la meditación y además variar el horario para hacerlo.  Me he dado cuenta de que el solo hecho de romper la rutina, me provee la capacidad de releer los sucesos que voy viviendo durante el día; desde un lente distinto; más equilibrado, intuitivo, compasivo, sereno.  Y además, con un sentimiento de confianza plena en mí misma.

El tiempo de vacaciones es el perfecto para la renovación, para los nuevos comienzos, los ensayos de cosas nuevas, el salto hacia la novedad.  Es la hora de estrenar hábitos y abandonar otros.  Tiempo que nos invita a detenernos a valorar, a agradecer y a compartir con nuestros seres más amados la Alegría de Vivir y de poder amar.  Así son las vacaciones…

Pero, sin dejar de agradecer al Señor este tiempo, y lejos de no vivirlos con alegría; estoy consciente de que no será para siempre porque las vacaciones ya tienen sus días contados.

De todas maneras, he hecho lo que se acostumbra los días 1 de enero de cada año:  resoluciones.  Y una de ellas es procurar vivir en “vacations mood” cada vez que desee.  He decidido: no limitar a solo un mes al año para apapachar al espíritu. Lo haré siempre que lo necesite, o que me de la gana.  A fin de cuentas, si no acaricio el alma, ¿quién lo hará?

11 comentarios:

  1. Tienes razón, “apapachar” el espíritu. Me gusta esa forma de vacacionar. Gracias por compartir.

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  2. Ahh pos.. el título debió ser: 𝑨𝒑𝒂𝒑𝒂𝒄𝒉𝒂𝒓 𝒆𝒍 𝒂𝒍𝒎𝒂 😇😇

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  3. Te apapacho a disfrutar lindo dia

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  4. Me encantó. Sigue disfrutando las vacaciones.

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  5. Nancy me encantó! 😍
    Estoy en tiempo de apapachar el alma. Pero aquí 🇵🇷..... la he apapachado solo a🔥mitad 😉😘. Seguiré afinando mis días. Tqm disfruta al máximo 🔥

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