Tengo sed de sentirte
de escucharte, de
mirarte
quiero que rocíes mi
piel
olerte, respirarte.
Beber de tu boca tan
suave
tan dulce, tan mía
tu boca que me provoca
y me dibuja fantasías.
Tengo sed de ti…
Quiero ante todo
abrazarte
y estremecerme en ese
encuentro
donde una cascada de
agua
se alborote en mis
adentros.
Donde broten de tus
manos
la ternura, la poesía
el deseo, y la tormenta
en perfecta sinfonía.
Donde abriéndome en flor
madrugues mi vientre
otra vez
y entre azúcares espesos
oscurezcas a mi sed,
porque tengo sed de ti…
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